3 consejos eficaces para excitar a una chica con la conversación

Los chicos que quieren saber cómo excitar a una chica con la conversación a menudo quieren esa frase mágica que promete excitar a cualquier chica. Pero esta búsqueda no sólo es inútil (esas frases no existen), sino que es tremendamente limitante. Verás, hay varias maneras diferentes de excitar a una chica a través de la conversación más allá de las “líneas mágicas”. Comprendiendo las múltiples vías disponibles serás capaz de excitar a una chica más de lo que podría hacerlo una sola línea. A continuación te mostramos tres áreas en las que puedes centrarte y que te permitirán conseguirlo.

Tus palabras

Uno de los métodos para excitar a una chica con una conversación consiste en convertir la conversación en algo sexual. Sacar el tema del sexo hará que su cerebro empiece a pensar en sexo. Y cuanto más piense en ello, más excitada se pondrá. Después de todo, el mero hecho de pensar en sexo es suficiente para desencadenar automáticamente la respuesta fisiológica de la excitación sexual que la pondrá cachonda.

Saber que tienes que convertir la conversación en algo sexual es una cosa, pero hacerlo es otra. Para los hombres que no quieren parecer demasiado agresivos o espeluznantes, puede parecer difícil. Pero hay formas muy sencillas de hacerlo sin que la conversación deje de ser divertida y juguetona. Una de ellas es utilizar insinuaciones sexuales.

La insinuación sexual consiste en hablar de algo que no es sexual de forma que parezca sexual. Ciertas palabras y frases (que algo esté duro, que se moje, etc.) se prestan a la insinuación sexual con bastante facilidad. Cuanto más busques esas palabras y frases que podrían interpretarse sexualmente, más fácil te resultará encontrarlas y utilizarlas. (Si necesitas ejemplos, mira algunos vídeos de Todd en la serie Scrubs).

Proyectar sexualidad

Convertir la conversación en algo sexual será de gran ayuda con sitios como Chat Sexo, pero no basta con hablar de sexo. Al hablar de sexo, los chicos pueden cometer dos errores comunes.

  1. Algunos chicos se esfuerzan demasiado por demostrar a la chica lo sexuales que son. Esto puede parecer prepotente, agresivo e incluso un poco espeluznante.}
  2. Otros chicos hacen lo contrario. Se sienten incómodos teniendo una conversación sexualizada con una chica porque no quieren parecer espeluznantes o irrespetuosos. Si te sientes incómodo siendo sexual con una chica, ella se sentirá incómoda siendo sexual contigo.

Cuando se trata de proyectar sexualidad, lo más importante es que te sientas cómodo con tu propia sexualidad. Muéstrale que ser sexual y hablar de sexo no es un gran problema. Si tú te sientes cómodo siendo sexual, ella también se sentirá cómoda.

Tocarla

Por muy buenos que sean el diálogo y la proyección sexual, llega un momento en que tienes que hacer algo. No querrás dar la impresión de ser un tío que es todo palabrería y bravuconería pero nada de acción. Tienes que demostrarle que te sientes cómodo en el terreno sexual.

El contacto físico demuestra que te sientes cómodo intimando con ella. Y además, el contacto físico libera oxitocina en el cerebro, así que con sólo tocarla estás consiguiendo que se sienta bien. Y cuanto más te permitas tocarla, más excitada estará.

La forma más eficaz de aprovecharlo es empezar a tocarla pronto, con toques suaves y juguetones en zonas no intrusivas. Así se sentirá cómoda con tus caricias y tendrás un punto de partida. A medida que continúe la interacción, querrás aumentar gradualmente la cantidad de caricias que haces (tanto la frecuencia como la duración de las caricias) y empezar a tocarla en zonas más personales (aunque no demasiado personales… deja eso para más adelante).

He aquí un ejemplo: Al principio de la interacción, toca ligeramente su brazo, justo alrededor del codo. A partir de ahí, puedes empezar a tocarla gradualmente en zonas un poco más personales. Ponle la mano en la parte superior de la espalda y en el hombro y deja que repose unos instantes antes de retirarla. Esto le dará la oportunidad de sentirse cómoda con tus caricias sin sentirse abrumada por ellas (retirarlas demuestra que no estás ahí para manosearla y la deja con ganas de más).

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